06 mayo 2012

Ayer era celiaco... hoy me lo pensaré

Cada día que pasa uno no para de sorprenderse del comportamiento humano. Ya no sabemos si nos dejamos guiar por modas, tendencias, necesidades ó simplemente y en función del presupuesto que tenemos en un momento dado nos pasamos de un lado a otro sin más justificación que el coste de un producto en concreto.
Me resulta llamativo hablar con algún celiaco que me comenta que como no tiene síntomas al comer gluten, pues come de todo, añadiendo que como todo lo de sin gluten es tan caro pues así eso que se ahorra. La verdad que yo no tengo conocimientos en medicina para dar ninguna valoración médica, pero como afectado celiaco puedo opinar. En mi caso llevo más de dos años siguiendo la dieta sin gluten y para mí la mejora en mi salud es muy destacable, teniendo muy claro que ni todo el dinero del mundo vale más que tener una vida lo más saludable posible y máxime si ese bienestar está en nuestras manos. Si anteponemos lo económico a la salud no tardaremos en darnos cuenta que todo eso que nos hemos "ahorrado" igual lo tenemos que invertir en procesos médicos cuando ya sea "quizás" demasiado tarde. Porque aunque pensemos que por no tener síntomas, no pasa nada, en eso estamos muy equivocados, el daño interior que el gluten causa a un celiaco es significativo.
Contaré un caso que pude presenciar hace ya un tiempo en un establecimiento.
Me encontraba en uno de mis clientes cuando entró un señor y preguntó a la dependienta si tenían algún postre sin gluten ya que ese fin de semana era el cumpleaños de su hijo pequeño. La dependienta le contestó que sí, le ofreció tres tipos de tarta diferentes a un precio de 22.50 euros. El señor se quedo unos instantes pensando y de repente preguntó por otras tartas que tenía la chica en la vitrina. La dependienta le advirtió que esas ya no eran tartas sin gluten. La decisión de aquel señor fue comprar una tarta normal por 16 euros para el cumpleaños de su hijo celiaco. Cuando salió del establecimiento, la dependienta y yo no dabamos crédito, pero el pensamiento de los dos fue el mismo, desear que por lo menos el niño celiaco no tuviera que comer de esa tarta sólo por costar 6.50 euros menos que un postre apto para él.
Estas cosas suceden y la crisis ya no vale de excusa para nada y menos en estos casos. Es cierto que los precios de los productos sin gluten son elevados por muchos y diferentes motivos. También es cierto que se deberían estudiar algún tipo de ayudas por parte del gobierno para las familias con casos de celiaquia.
En estos casos no podemos, como consumidores finales hacer nada, eso está en manos de otros estamentos. ¿Entonces qué podemos hacer nosotros?, muy sencillo... ¡cuidar de los nuestros y de paso cuidarnos nosotros! porque una dieta LIBRE de GLUTEN es la mejor medicina para un celiaco.

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