Hola amig@s, como todos sabemos estamos en fechas de grandes eventos y celebraciones; comuniones, bodas, bautizos... ¿quién no tiene un evento de estas características estos días?. En mi caso, este próximo fin de semana, finalizo con mi tercera celebración en el último mes.
Este post va dirigido a esos "profesionales de la hostelería" que, con toda la oferta y formatos de productos de intolerancias alimentarias, sobre todo en pan y postres, son incapaces de comprar un panecillo sin gluten incluso avisando con 15 días de fecha. Por supuesto del postre ni hablamos que son palabras mayores. Es impresionante ver cómo hay establecimientos hosteleros que viven ajenos a una realidad tan evidente, según estudios alrededor de un 30% de la población padece algún tipo de intolerancia alimentaria o alergia. Si en los tiempos que corren y con una puerta abierta al público estamos tan "sobrados" de prescindir de un 30% de la clientela potencial que pasa por nuestra puerta y no sólo eso, prescindimos también de paso de los acompañantes que puedan venir con este 30% es que algo falla. Lo más impresionante es que luego los gerentes de estos negocios se quejan por la falta de clientela. Señor@s... quitense la venda de los ojos y vean la realidad, adapten su negocio a los nuevos tiempos y no vean a los clientes con algún tipo de intolerancia como una molestia para su negocio. Si somos capaces de ver las posibilidades que este 30% de población nos ofrece, nos daremos cuenta que nuestra cartera de clientes puede incrementarse en muchos comensales, además estos, saldrán satisfechos por poder hacer vida normal fuera de su casa, sin ser discriminado ni sentirse diferente a los demás. Este cliente con intolerancia vendrá acompañado de otros clientes que posiblemente no vendrían de otra manera a nuestro negocio. Seguro que si abrimos los ojos y tenemos una buena mentalidad empresarial veremos todavía muchas más ventajas, por lo cual no me voy a extender mucho más.
Como afectado celiaco e intolerante a otras muchas cosas, me gustaría poder ir a la comunión de mi hijo y no tener que llevarme el pan y el postre de mi casa, ir al bautizo del hijo de mis mejores amigos y no tener que llevarme el pan y encima que me miren raro si pido leche sin lactosa (y más viniendo del hijo del propietario del negocio), en definitiva me gustaría salir de mi casa y no tener que llevar la fiambrera encima...
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